Gélida (prosa 6)


La mariposa volaba en círculos. Sobrevolaba las costas sin que ningun pajaro gris y ningun abejorro la codicie. Ella no los concedía. Ella siempre altiva. Vivía su propia primavera, se acercaba una capa gris, ella volaba alegre, altanera, los pajaros se paraban en las ramas de los árboles resignados. Ella volaba, los abejorros se escondían entre los arbustos y rosales. Ella que volaba, la neblina simplemente lo cubría todo y ella seguía volando alegremente. Terminó empapada. No había previsto una tormenta de tal magnitud. Los demás se burlaban de ella. Se guardó entre sus alas. Empezó a formar un capullo.

Tres días despues por fin se convirtió en gusano.

0 Protecciones: