Cada UNO (Prosa 9)


Cuando los dorados corteses florecieron
nosotros dos estábamos enamorados.
Todavía tienen flores los corteses
y nosotros ya somos dos extraños.
Epigramas - Ernesto Cardenal

Y que te diré si apenas puedes responderme sin herir mis sentimientos, si apenas recuerdas que estoy aquí, escribiendo por ti, porque tu indiferencia es látigo mortal y a mí qué puedes estar diciendo, pero yo presiento que dentro de ti todavía resplandece ese Sí que escibiste un primero de febrero y que cada UNO recordamos. Y es que cada uno te quiero más y es que cada uno se quiere más. Espero no tener que recitarte nunca el epigrama de Cardenal.

0 Protecciones: